La Lista Celeste señala su estupor por sendas notas publicadas ayer y hoy por periodistas de Clarín (Santoro) y La Nación (Ybarra), cuyo contenido, inexactitudes e infundios son similares.
En efecto, instan, a la vez que “justifican” la no aprobación por el Senado de la Nación, de 75 pliegos de magistradas y magistrados del Poder Judicial y los Ministerios Públicos, porque algunas/os (nombran a menos de 15) tienen participación o mera simpatía por la Lista Celeste de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, y ello impactaría en la elección interna de la Asociación y del Consejo de la Magistratura, que será en 2026.
Más allá de la “selección personal” caprichosa y errática que enuncian, que busca mancillar la trayectoria de quienes tienen el mérito de haber superado exitosamente los concursos públicos -algunos de hace muchos años- y que se encuentran a la espera del acuerdo del Senado, es incomprensible que se abogue por frenar la cobertura de cargos judiciales -tramitados según el mecanismo exigido por la Constitución Nacional-, cuando hipócritamente retumban las mismas voces para señalar preocupación por la enorme cantidad de plazas vacantes en la justicia nacional y federal. Por cierto, nada dicen esas notas periodísticas, que dentro de los 75 cargos pendientes, se encuentran igualmente candidatas y candidatos para cubrir designaciones en la Provincia de Santa Fe, azolada por el drama del narcotráfico, o vacantes que se relacionan con la resolución de relaciones complejas de naturaleza interpersonal, como ocurre en la Justicia de Familia.
A 40 años de la recuperación democrática, es intolerable que se practique macartismo contra quienes se prepararon para asumir altas responsabilidades en la Administración de Justicia, cuya renovación se exige de manera recurrente.
Pero es además inadmisible y demasiado triste, que la Asociación de Magistrados y Funcionarios que integramos, permanezca en silencio ante tamaña afrenta, que expande su reflejo en la Justicia en su conjunto.