INDIGNANTE ARREMETIDA QUE INTENTA BLOQUEAR CON FALACIAS LA IMPERIOSA NECESIDAD DE CUBRIR VACANTES EN LA JUSTICIA
Mientras personas de bien muestran la enorme preocupación de que una parte sustancial de la Justicia se encuentra vacante, se ha canalizado principalmente por determinada prensa escrita, una inédita arremetida para que los procesos concursales para cubrir plazas de magistrados/as no puedan efectivizarse. Es decir, para que los procedimientos constitucionales y legítimos del cual surgen pliegos con candidatos/as, que deben tener en su etapa final el acuerdo del Senado, no lleguen nunca a tratarse.
Eso, que ya es de una gravedad inusitada porque inhibe la culminación de una exigencia constitucional, pareciera que en la idea de esos periodistas debería ser así, porque el proceso de designación coincide temporalmente con un gobierno que no es el de su agrado. Es decir, sólo podrían nombrarse magistrados/as, cuando quien resulte candidato/a, tenga la fortuna de contar con su beneplácito.
A tales fines, han patentizado cambiantes e inadmisibles argumentos, como la simpatía de algunos/as de ellos/as con la Lista Celeste de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, el impacto en el padrón de eventuales nuevos socios/as y su relación con la próxima renovación de autoridades asociativas. Más allá que resulta llamativo que no se informe que la elección interna ya tiene el padrón cerrado, resulta indignante que a 40 años de recuperada la democracia, echen a rodar de manera recurrente la idea, de que la ideología personal será motivo válido para cancelar el acceso a la magistratura.
Pero además, las recientes publicaciones insisten con mendacidades agraviantes. No parece difícil leer la normativa que rige los concursos para contraponerla a sus propios infundios. También sería loable que consulten las bases de datos de años de concursos, antes de tildar de “desconocidos” a quienes, dentro de los más de 70 pliegos que angustiosamente esperan –la confirmación o su rechazo- se han preparado toda su carrera para llegar a esa instancia; muchos/as de los/as cuales se repiten a lo largo de años como multi-ternados/as y cuentan actualmente con dictamen favorable de senadores de la oposición.
Causa enorme impotencia el retumbar de frases que se enuncian como slogans, y que aluden a la meritocracia, la independencia judicial (depende respecto de quién), el compromiso con la función y las deudas pendientes de la administración de justicia con la sociedad, mientras se despliegan acciones para contrarrestarlas. Además de una falta de responsabilidad profesional que daña a los/as concursantes y a sus familias, quienes las pronuncian, y quienes las escuchan pronunciar sin reaccionar ni desmentir, en verdad, contribuyen a ahondar la crisis del sistema judicial.
Cumplimentar el trámite de acuerdos pendientes, lejos de toda sospecha, será un acto de estricta justicia, Mientras, exigimos que la actual conducción de la AMFJN haga prevalecer el mandato estatutario y muestre una actitud firme en defensa de sus asociados y asociadas, sometidos/as de manera vil a un cruel escarnio