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No eran oposición… Eran socios

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La Lista Celeste celebra con beneplácito la asunción de las nuevas autoridades en la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional en un día que, lamentablemente, no reflejó la democracia institucional.

Coherentes con las propuestas y valores que nos guían es nuestro deber hacer saber a todos, quienes fueron los artífices de un nuevo contubernio. Los consejeros de la Lista Bordo y de Compromiso Judicial, en la sesión celebrada este lunes 13 de diciembre, al momento de distribuir los cargos directivos y las comisiones, no respetaron el resultado de las urnas, la proporcionalidad, ni la importancia y relevancia de las comisiones asignadas. Lejos de la construcción de consensos que debe caracterizar a un órgano colegiado no permitieron siquiera el debate, desconociendo la voluntad de los asociados que, legítimamente y a lo largo y ancho de todo el país, nos confiaron su representación.

Más grave y significativo resulta que los consejeros de la Lista Bordó y de Compromiso Judicial votaran por rechazar la paridad de género en la atribución de cargos -de la Mesa Directiva y de las comisiones- que nuestros representantes solicitaron fundadamente. Queda clara la diferencia entre una declamación engañosa de campaña y el verdadero compromiso con los mandatos constitucionales y legales que han puesto a la cuestión de género como una política de Estado. Ponemos en conocimiento de todos los asociados que la integración de cargos aprobada relega a las mujeres de la justicia a una representación mínima.

Los y las celestes vamos a defender los principios y propuestas que fueron apoyadas y compartidas por quienes nos dieron un mandato, sin traicionar las promesas de campaña.

La Lista Celeste, más allá de los cargos y los nombres, seguirá construyendo el camino que nuestros asociados y el sistema de justicia reclaman por sobre coaliciones de hecho post electorales.

Lamentamos profundamente que un órgano representativo de la Magistratura y el Funcionariado, altas funciones del Estado, no tenga una distribución de cargos directivos que refleje la participación de las asociadas ni de las mujeres electas, sean del signo que fueren.

Democracias flacas son aquellas que se estancan en el voto. Hoy los órganos e instituciones deben desempeñarse y crecer como espejo preciso de la voluntad de sus electores y sin perder de vista el marco de derechos que amalgama una democracia genuina.

Construyendo juntos un espacio democrático, transparente y federal.