11/7/19
Estimados colegas:
Hace poco tiempo apoyamos un comunicado por medio del cual se reclamaba por la demora del Senado en prestar acuerdo a los concursantes seleccionados para ocupar la magistratura.
Reiteramos nuestra preocupación. No obstante, consideramos que es nuestro deber señalar que el problema es mucho más profundo y que requiere un enfoque global.
Ocurre que:
En los últimos años se puso en práctica un sistema que permite tres candidatos distintos por terna. Esto genera que en los concursos múltiples tengan posibilidades quienes ocupan lugares no muy altos junto a quienes obtienen los mejores puntajes, a lo que se suma que, en algunos casos puntuales, no fueran seleccionados ninguno de los integrantes de una terna, violándose así la exigencia constitucional.
No todos quienes integran la lista de jurados están a la altura de las circunstancias. Además, se ha relegado la importancia del jurado juez, en beneficio de los profesores universitarios. Para colmo, los sorteos no responden a estándares de eficiencia.
El Consejo de la Magistratura, si bien ha mejorado en comparación a otras composiciones, demora mucho el trámite de los concursos.
El Poder Ejecutivo ha utilizado su facultad “discrecional” de elegir entre los ternados, de manera poco satisfactoria, postergando en muchos casos a los mejores posicionados, de manera reiterada. No se conoce cuál es el criterio que utiliza.
No se da estricto cumplimiento a la ley de subrogancias, con el objetivo de permitir que los Secretarios ocupen los cargos vacantes.
Frente a estos problemas concretos, entre otros, desde la Lista Celeste trabajamos e insistimos en la mejora y reforma de estos tópicos, mediante la incorporación de diversos proyectos presentados por el representante de nuestro espacio, Alberto Lugones, en el seno del Consejo de la Magistratura.
Se trata de cuestiones graves, ligadas unas a otras, que requieren una profunda revisión.